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No podemos hacer nada para que el invierno no llegue, tampoco para que las temperaturas bajen, pero podemos hacer mucho para evitar que sus efectos se noten en el hogar, también a la hora de dormir. Una de las acciones más efectivas para dormir bien abrigados es comprar mantas de cama para invierno, un textil cama clásico y «de siempre» imprescindible en las zonas donde el frío invierno no perdona.
¿Por qué deberías comprar mantas de cama para invierno?
Porque es un textil muy efectivo. Ni más, ni menos. Colocar una manta de cama en la cama es una solución que funciona a la perfección contra el frío.
Porque su efecto es inmediato. Y no solo es que funcione, sino que funciona en cuestión de segundos. Solo es necesario envolverse en las mantas para entrar en calor en muy poco tiempo.
Porque es ideal para frioleros… ¡y muy frioleros! Una manta abriga bien, y rápido, pero dos abrigan aun más. Las mantas no tienen limitación de cantidad, así que se puede colocar más de una sobre la cama.
Porque se completa con sábanas del material que más te gusta. Materiales de mantas de cama para invierno hay muchos, algunos más agradables al tacto que otros… Aunque una característica de las mantas es que siempre se completan con unas sábanas, y esas sí, se pueden elegir del material que más guste: algodón, 50/50… Así se logra un conjunto de abrigo, pero agradable al tacto e, incluso, transpirable.
Porque es un textil pesado, o ligero. Las clásicas mantas de invierno de lana o acrílico son pesadas, pero nuevos materiales han aparecido para añadir más ventajas a esta prenda que ahora también tiene versiones mucho más ligeras, pero también muy efectivas para mantener el frío alejado.
Porque es decorativo. La oferta de mantas de cama para invierno incluye textiles lisos, mantas con detalles gofrados y mantas estampadas, que quedan muy bien sobre la cama, aunque la manta de cama también se pueden completar con un cubrecama.
Son muchas las razones para comprar una manta de cama este invierno. ¿Cuál es la tuya?