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Entre las muchas soluciones para proteger el sofá, existe una con interesantes ventajas: el salvasofás. Ideal para aquellos que no quieren cubrir completamente sus sofás o sillones, pero que saben que necesitan protección frente al uso común, el salvasofás es una alternativa a las clásicas fundas de sofá.
El salvasofás y sus ventajas
El salvasofás es una pieza de tela muy fácil de colocar y que lleva poco más de 5 minutos poner para que el sofá quede perfectamente protegido. Si hay que retirarlo, el tiempo dedicado a ello es aun menor. Así que es la solución más rápida cuando solo se necesita proteger el sofá en determinadas ocasiones, por ejemplo, cuando hay mascotas en casa, o en determinadas estaciones del año.
La razón para cubrir un sofá no es solo que este esté viejo o tenga un tejido desactualizado, también se puede buscar cubrirlo para evitar manchas o para hacerlo más cómodo. En este sentido, el salvasofá cubre las zonas más expuestas al roce y a las manchas, pero no esconde completamente el sofá y se pueden ver partes con su tejido original. Decisión de quien lo coloca, elegir un salvasofá del mismo color que el sofá, o uno que le de un aspecto diferentes. Del salvasofás y sus ventajas, esta es una de las más interesantes.
Las fundas de sofá estándar no siempre se adaptan a las formas de los sofás más irregulares, precisamente por ello, cada vez hay más tejidos y materiales que se adaptan a las dimensiones más complicadas; sin embargo, el salvasofá ofrece por sí mismo una altísima adaptabilidad a todo tipo de sofás.
Además, existen muchísimos tipos de salvasofás, con diferentes materiales y tejidos, que permiten la mayor adaptación a la decoración del espacio en el que se colocará.
Y no podemos cerrar este post sobre el salvasofás y sus ventajas sin indicar que, por si todo esto fuera poco, además estos cubresofás incluyen bolsillos laterales, muy prácticos para guardar mandos, revistas o libros, por ejemplo.
