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Entre la ropa textil de hogar que no puede faltar en invierno, se encuentra una manta. La manta no solo sirve para cubrir la cama y evitar que el niño pase frío mientras duerme, sino que además, se puede emplear como zona de juego que aisle del frío suelo.
Como comprar una manta infantil
Si se va a utilizar como ropa de cama, es importante el tamaño que se utilice, como norma, una manta deberá ser más grande que el colchón, lo recomendable es que sobre unos 30 centímetros por cada lado. Importante es que sea una manta de gran suavidad, para evitar problemas en la piel, sobre todo, con niños pequeños.
Las mantas de algodón son una buena opción en este caso. Para niños pequeños, es mejor optar por colores claros fáciles de lavar, cuando el niño es algo mayor, se pueden elegir modelos inspirados en sus personajes preferidos o en su color favorito.
En una manta para jugar, lo más importante es que se cubra todo el espacio de juego. La resistencia del material es importante, así como que sea un excelente aislante, en este caso, se puede optar por un material tan clásico como la lana. En este caso, para evitar tropiezos y caídas es recomendable que la manta sea lo suficientemente extensa para que se pueda enganchar con muebles. Una alternativa a una manta para jugar puede ser un plaid.
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