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A la hora de elegir el tipo de textil para cubrir y proteger un sofá, son dos las opciones principales que se pueden encontrar en el mercado. Las fundas de sofá y los salvasofás son las prendas más usadas para este cometido, pero, ¿Cuál de ellas es más adecuada?
En realidad, cada una de ellas tiene ciertas ventajas que las pueden convertir en la mejor solución en función de las necesidades que se tengan cuando se busca proteger el sofá.
Ventajas de la funda de sofá
En una o dos piezas, estos cobertores son ideales cuando el sofá muestra signos del paso del tiempo o manchas.
Además, resultan la mejor opción cuando se quiere cambiar el sofá sin hacer una inversión alta de dinero, ya que las fundas dejan el sofá como nuevo y se pueden encontrar en muchos colores.
Cuando el sofá tienen un tejido que es muy frío en invierno o que da calor en verano, la funda es una buena respuesta para convertir el asiento en un espacio más adecuado para todas las estaciones.
Ventajas del salvasofás
El salvasofás ofrecer protección en las zonas en las que más roce hay, por lo tanto, es perfecto como protección de un mueble nuevo.
El precio del salvasofá es inferior al de una funda y, por lo tanto, es ideal para ahorrar más, manteniendo en asiento como nuevo.
Resulta una opción muy interesante para proteger el sofá de niños, mascotas, … y se puede poner y retirar en solo unos minutos.